Maria Dolores Pascual Fernández
Nacida el 4 de Abril del 1901 en Sevilla y fallecida el 18 de Agosto del 1973 en Madrid.
Hija de una familia de alta clase social, Cristino Pascual, militar y médico salmantino y de Concepción Fernández.
Cursó sus estudios en la Facultad de Medicina de la Universidad de Zaragoza ya que en la de Madrid, que era donde quería realizar sus estudios no la aceptaron, por el hecho de tratarse de ser una mujer. Tuvo una extraordinaria brillantez, en un curso de no más de cuarenta alumnos, de los que solamente dos eran mujeres. Se doctoró en Medicina, se interesó en la genética y dedicó su tiempo fundamentalmente a la investigación sobre la herencia.
Introdujo en España las ideas y técnicas de la genética aprendidas en centros de investigación hechas en laboratorios de Francia, Alemania y Estados Unidos, centros que visitó como becaria de la JAE. En esos laboratorios hizo grandes trabajos pero siempre eran rechazados o menospreciados por su género femenino.
Hizo una brillante tesis doctoral en 1929, pero aquel mundo eminentemente masculino y también machista propició que fuera enviada por la Facultad de Medicina al peor destino que pudiera soñar, en la ciudad de Tetuán, a poner sus conocimientos en el lugar más denigrante para una mujer, al servicio de un harén de mujeres, el de Su Alteza Imperial El Jalifa. No aguantó mucho tiempo allí aquella mujer de indomable voluntad, así que decide regresar a España de nuevo.
Contrae matrimonio con el catedrático del Instituto Hispano-Marroquí de Ceuta, Alejandro Abad, por una serie de circunstancia se ven obligados a emigrar a México ya que recibían amenazas y acusaciones a este por su falta de atención a sus pacientes.
Vivió en México entre el 1940 y 1942 donde creó una asociación de investigación científica especializada en la genética, que no tuvo mucho éxito. Poco después en el 1943 se trasladó con su marido y sus seis hijos a Estados Unidos, donde Maria Dolores, con poco dinero, monta una consulta para ayudar a su marido con los gastos del hogar y en su tiempo libre continua sus investigaciones en dicho campo de la genética intentando descubrir y seguir destapando incógnitas.
La doctora Pascual decide con su familia regresar a España después de la Guerra Civil , pero pacientes de su marido aun amenazaban a este hasta que fue asesinado en el jardín de su casa.
Maria Dolores sufrió grandes consecuencias por la represión de la muerte de su marido y eso la llevó a la separación de su carrera docente.
Años después su antigua Facultad de Medicina hizo contacto con ella por el interés que mostró por uno de los informes que fueron recuperados de los antiguos archivos administrativos de la facultad. Fue nombrada directora del Servicio de Genética y Constitución creado en la Facultad de Medicina de Madrid, que, aunque no llegó a desarrollarse como centro de investigación, sirvió de puerta de entrada de las teorías genéticas en los medios académicos de la medicina española.